domingo, 6 de mayo de 2012

Domingo mañana José Luis Alonso de Santos



TEATRO POR ENTREGAS
DOMINGO MAÑANA
José Luis Alonso de Santos


Un hombre y una mujer en una cama. Es verano, y la luz del día se refleja en los cristales del balcón abierto.

ELLA Agresiva ¿Quieres contestar a la pregunta que te he hecho?
EL Paciente ¿Qué me has preguntado?
ELLA ¿Ni siquiera lo recuerdas?
El ¿Ni siquiera recuerdo el qué?
ELLA Lo que te he dicho.
EL ¿Tú te crees que soy un magnetofón, para apuntar todas las cosas que dices?
ELLA Gritando ¡Yo no quiero que te acuerdes de todas las cosas que digo! ¡Quiero que te acuerdes de lo último que te he dicho!
EL ¿Que de pequeña querías ser cantante?
ELLA No, lo otro.
EL Que querías matarte. Ya ves cómo me acuerdo.
ELLA ¿Y lo dices así, tranquilamente? ¿Eso es todo lo que se te ocurre?
EL ¿También tengo que contestar a eso? Y no era una pregunta, era una afirmación. ¿”Quiero matarme” es una pregunta?

Pausa larga. ELLA se levanta de la cama, y empieza a vestirse.

ELLA He estado viéndome con un hombre los últimos meses.

Pausa. EL no contesta.

ELLA Gritando Que he estado acostándome con uno los últimos meses.
EL Bueno
ELLA ¿Eso es todo? ¿Que bueno?
EL Sé que es mentira. Lo haces para que discutamos. Nadie que se acuesta con otro le dice a su marido así, tranquilamente: “He estado viéndome con alguien varios meses” En las películas a lo mejor sí, pero en la vida real, no.
ELLA ¿Cómo lo dirías tú?
EL ¿Yo?
ELLA ¡Sí, tú, tú!
EL Yo no lo diría. No lo diría de ninguna manera porque no es verdad.
ELLA Ya. Pero si lo fuera, ¿cómo lo dirías?
EL Ya te lo he dicho.
ELLA ¿Qué es lo que me has dicho? ¿Qué me has dicho a mí, a ver?
EL Que no lo diría.
ELLA Eres un hipócrita, eso es lo que eres.
EL No quiero discutir contigo. Sé que tienes ganas de discutir. Lo siento, pero yo no tengo ganas. Te crees que la vida es como el cine, y no lo es. Eso es lo que te pasa.
ELLA ¿Por qué dices ahora eso? Mi madre se suicidó, ¿o no es verdad? ¿También eso me lo he inventado yo, o también es de una película?
EL Es domingo, y tenemos el día libre. Podríamos ir al zoo…
ELLA Te estoy diciendo que mi madre se suicidó y me dices que nos vayamos al zoo.
EL Eso ya no tiene solución, cariño. Y fue hace mucho. ¿Quieres que vayamos al zoo, o no? Me gusta ver a los animales dando vueltas en sus jaulas… siempre me ha gustado.
ELLA Muy dura ¿Por qué eres tan condenadamente vulgar?
EL Ahora empiezan los insultos. Tengo una paciencia realmente sorprendente. Siempre que me miro al espejo al lavarme los dientes lo pienso: la paciencia es una gran virtud, pero hay que ejercitarla. Con la práctica te hace ser invulnerable. Creo que si hubiera un concurso mundial de paciencia me llevaría el primer premio.
ELLA Estás muerto, eso es lo que te pasa, por eso ni sientes ni padeces. Somos tan diferentes tú y yo…
EL Todas las parejas son diferentes, cariño. La vida nos pone a prueba cada minuto.
ELLA ¿Dónde has leído esa estupidez…? ¿En un periódico deportivo?
EL Tengo hambre. Me comería unas tostadas con mantequilla.

ELLA se sienta en la cama, llorando desconsoladamente.

EL Es la confianza… La peor enfermedad de la convivencia es la confianza que se tiene. Con nadie que no tuvieras tanta confianza harías esto de ponerte a llorar ahora, así, sin razón. Estás cansada, y lo sé, pero todos estamos cansados. A todos nos va condenadamente mal. El mundo entero está a punto de reventar, y no nos ponemos a llorar.
ELLA Se vuelve hacia EL, llena de ira ¡A veces te odio! ¡Te mataría! ¡Tengo ganas de asesinarte! ¡De llenar el suelo con la sangre de tu cabeza! ¡No sabes lo que daría por no verte nunca más!
EL Deberías hacer ejercicios respiratorios, o algo de yoga…, para controlar la emoción. Las emociones son como tigres, que te comen poco a poco por dentro. La rutina es la mejor medicina, pero tú odias la rutina. Yo no. A mí me encanta hacer todos los días lo mismo, y sin una sola gota de emoción.
ELLA Le mira con furia No hace falta matarte porque ya estás muerto. Eres un zombi, un muerto viviente. Esa cara de mutante inexpresivo que tienes, esa sonrisa fría de cadáver… Por eso no te enfadas nunca. Los muertos no pueden enfadarse.
EL Qué imaginación tienes para todo… “¡Uuuuhh…! ¡Soy un zombi…!”
ELLA ¡Majadero!
EL Hablando con calma, muy despacio Bueno, ya está bien. Te estás pasando. Y me voy a levantar de la cama y te voy a dar un par de tortas.
ELLA ¿Tú a mí? ¿Que te vas a levantar y me vas a dar tú a mí? ¿Tú, que eres un inútil, y un impotente? No sé cómo puede ser policía una persona sin carácter como tú. ¿Qué me vas a dar tú a mí? Espera un momento… Sale y regresa con un cuchillo ¡Venga, dame! ¡Dame! Acercándose ¡Que me des! ¡Atrévete!

EL saca una pistola lentamente del cajón de la mesilla, y le apunta la cabeza

EL Deja ese cuchillo ahora mismo. ¿Me has oído?
ELLA ¡Dios mío! ¡Me estás apuntando con una pistola! ¡A mí!
EL Sí, te estoy apuntando con una pistola. Deja tú el cuchillo y yo dejo la pistola.
ELLA ¿Y esto es un matrimonio?
EL No exageres, mujer. Otros se llevan peor.
ELLA ¿Peor? ¿Quieres matarme con esa pistola y dices que otros se llevan peor?
EL Cargado de paciencia. Mira, el seguro echado. Y mira, sin balas. Era para seguirte la corriente. Sé que te gustan las emociones fuertes, sobre todo los domingos por la mañana. De pequeño íbamos toda la familia a misa los domingos, eso nos tranquilizaba. Todavía hay mucha gente que lo hace.
ELLA Eres un desgraciado... ¿Y si te clavo yo a ti el cuchillo de verdad, qué?
EL Que se pondría todo perdido de sangre, y tendrías que limpiarlo luego. Bueno, qué, ¿desayunamos hoy o no?


ELLA Va hacia la cocina. La próxima vez que me apuntes con la pistola te dejo. Con balas o sin balas. ¡Animal! Sale airada.
EL Grita alto para que ELLA le oiga desde la cocina ¿Quieres entonces que vayamos al zoo, o no?


OSCURO


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